Aunque de nombre son conocidas las Islas Feroe (Faroe Island), quizás no sepas mucho más que es un archipiélago en el Atlántico Norte. Lo cierto es que es un conjunto de 18 islas a mitad de camino entre Noruega e Islandia, que son un atractivo ejemplo de naturaleza, y lo más sorprendente, y que nos motivo saber más de allí, es que a pesar de su posición geográfica y su latitud cercana al Círculo Polar Ártico, es un país preparado para viajar con caravana.
Seguramente que sus paisajes te enamoren y quieras salir pronto hacía allí, por lo que antes de ponerte los dientes largos, vamos a situarnos sobre el viaje hasta las Islas Feroe, que están a algo más de 2.000 km, en línea recta, de la Península Ibérica. Al estar en medio del mar, la única manera de llegar con tu caravana, coche o autocaravana es en ferri, y la única línea que llega es desde Hirtshals (norte de Dinamarca), una travesía de unas 40 horas que sale los sábados por la tarde de Dinamarca y llega a las Islas Feroe en la madrugada del lunes (desde primeros de junio, a finales de agosto, la travesía se reduce unas ocho horas, y hay una segunda travesía los martes). La línea del ferri la opera Smyril Line, un naviera feroesa que hace la ruta Dinamarca-Islandia haciendo escala en las Islas Feroe. El precio del trayecto para dos personas con un camper oscila entre los 465,00 y los 900,00 € ida/vuelta según temporada, y se va incrementando conforme a la longitud de los vehículos. Smyril Line también tiene importantes ofertas de paquetes para viajar con caravana,
Lógicamente para coger el barco antes tenemos que llegar al puerto en Dinamarca, al que tenemos unos 2.200 kilómetros desde la frontera española (más el trayecto desde el lugar de salida). Dicho todo esto, no es un destino para hacer con caravana en un fin de semana, ni un puente, ni siquiera una semana. El viaje es largo y es ideal para complementarlo con un viaje a Dinamarca y otros países nórdicos.
Llegando a las islas
Las Islas Feroe es un archipiélago formado por 18 islas sobre un territorio de cerca de 1.400 metros cuadrados (menor que la isla de Gran Canaria) y en ellas viven poco más de 50.000 feroeses, casi 20.000 de ellos en su capital, Tórshavn. En Feroe presumen de ser un destino familiar, y muestra de ello es que tienen el mayor tasa de fertilidad de Europa (2,55 hijos/mujer). Los feroeses dicen que son sencillos, discretos, muy familiares y seguidores de sus tradiciones. Son muy abiertos a los turistas ya que están orgullosos de su país y su cultura, y fácilmente muestran a los visitantes lo mejor de su país. Su nivel de vida y desarrollo es elevado y apenas existe desempleo. Si quieres conocer algunas curiosidades, en visitfaroeislands.com/about/did-you-know puedes descubrir algunas de ellas (en inglés).
Al igual que Islandia, las Islas Feroe pertenecieron a Dinamarca, aunque desde 1948 es un país autónomo. Mantiene sus nexos con Dinamarca especialmente en defensa y política monetaria. A pesar de ello no forma parte de la Unión Europea. Las Islas Feroe no son parte del espacio Schengen, y aunque para ciudadanos de la Unión Europea (deben ser ciudadanos, no residentes) se puede acceder con sus documentos de identidad, el resto requieren pasaporte o visado específico para Feroe independiente de los permisos daneses. Más info en visitfaroeislands.com/en/plan-your-stay/before-you-arrive-in-the-faroe-islands/passport-and-visa (en inglés).
Al ser un archipiélago de origen volcánico, las Feroe tienen un relieve muy escarpado, y a pesar de no existir ningún lugar a más de 5 km del mar, su altitud media está en torno a los 300 metros, llegándose a alcanzan los 880 metros en la cubre más alta. Entre las islas, en ocasiones, se forman fiordos y llegan a separarse escasos metros entre grandes acantilados. La vegetación es escasa, y junto a los acantilados se expanden praderas, pero no verás bosques en estas islas. Haciendo gala al origen de su nombre, «Isla de los corderos», hay gran abundancia de éstos (más que personas), y sobre todo multitud de aves, entre las que están los famosos frailecillos.
El clima en las islas Feroe es más suave de lo que cabría pensar para las latitudes en que se sitúan. Su influencia del Atlántico hace que no sean habituales las temperaturas negativas, y las oscilaciones entre invierno y verano tampoco son muy grandes. En verano aunque pueden superarse los 20ºC, suelen moverse entre los 8ºC de la noche y los 13ºC del día. Sin embargo en invierno suelen oscilar entre 1ºC y 6ºC, aunque puntualmente se pueden alcanzar temperaturas negativas. La humedad es muy alta todo el año, con abundancia de nieblas, cielos cubiertos y precipitaciones que embellecen el paisaje. En cualquier caso es un destino al que hay que viajar abrigado en cualquier época del año.
Si te gusta observar las aves, las excursiones, navegar en piragüa, la pesca, o cualquier otra actividad en la naturaleza, siempre y cuando toleres bien el frio, visitar estas islas nórdicas es garantía de disfrutar de un bonito y sorprendente viaje.
Con la caravana por las Islas Feroe
Aunque pueda parecer algo paradójico, en las Islas Feroe hay más campings que islas… aunque también tenemos que dejar claro que llaman camping a espacios a los que no definiríamos como tal, es decir, lugares donde están habilitados para aparcar tu caravana con algún tipo de servicio. A pesar de su lejanía con el continente, y sus escasos mil kilómetros de carreteras a través de las islas, viajar con coche, caravana, camper o autocaravana, no es algo extraño.
Los desplazamientos han de hacerse por carretera, bien en coche o mediante su extensa red de autobuses. Conducir no es complejo, aunque hay que tener en cuenta que una parte importante de las carreteras son de un sólo carril con ensanches cada poca distancia para permitir la doble circulación. Es fundamental no aparcar en estos ensanches, ya que son los espacios donde se deben detener los vehículos que van por la derecha y los que bajan, para dejar paso a los que circulan en sentido contrario. Antes de circular con caravana es importante tener claro las carreteras por las que se va a circular y evitar las más estrechas. El límite de velocidad es de 80 Km/h, 50 en las vías urbanas, y aunque la mayoría de las carreteras están asfaltadas, el acceso a pequeñas aldeas y lugares más remotos pueden ser de grava por los que se recomienda circular más despacio. Siempre debes conducir con las luces encendidas. En el caso de las caravanas, como ocurre con los camiones, para circular por algunos túneles se debe hacer con las intermitencias de emergencia, para que nos cedan el paso en los ensanches. El permiso de conducir de cualquier país europeo es válido en las Islas Feroe.
Muchas de las islas están muy cercanas y están unidas por puentes o incluso con túneles (algunos de peaje, que se pagan en las gasolineras cercanas), pero la conexión con otras islas, las más separadas, es mediante ferris. Ten en cuenta los desplazamientos que tienes que hacer para no depender de un ferri permanentemente.
La red de campings de las Islas Feroe, cuentan con servicios y conexión eléctrica, pero no todos tienen duchas, lavandería, juegos infantiles, wifi… Es curioso que en muchos se acampa sobre asfalto, en vez de la tradicional hierba que allí abunda, pero hay que tener en cuenta que es la única garantía de tener un suelo firme y estable. Suelen tener espacios cerrados con cocina, mesas y zonas de reunión ya que el clima no siempre es el más idóneo para la vida en el exterior. Tienes información de los campings en www.camping.fo y una guía de Smyril Line con campings de las Islas Feroe.
Lugares más emblemáticos en las Islas Feroe
Aunque recorrer las islas es todo un espectáculo, y debido a su tamaño, con unos cuantos días, se puede recorrer gran parte del archipiélago, estos son algunos de los lugares más famosos y llamativoso, que no deberías perderte:
- Cascada de Múlafossur en la isla de Vágar, la más famosa de las islas con caída al mar.
- Mykines y su faro, una isla en la que viven poco más de una docena de personas, más de un millar de ovejas, y multitud de frailecillos, sólo se puede llegar por ferry o helicoptero.
- Tórshavn, la capital, centro cultural, político y económico, que concentra a la mayor parte de la población Feroesa, llena de curiosidades y bonitos rincones.
- Kirkjubøur, uno de los lugares históricos más importantes de las Islas Feroe: con una iglesia de la Edad Media, una casa de troncos y las ruinas de la Catedral de San Magnus del siglo XIII.
- Gjógv, conocido por su puerto natural y sus magníficos paisajes.
- Saksun, un pueblo entre el mar, el fiordo, las montañas, y su laguna, ideal para caminar con un increíble paisaje.
- Acantilados de Søltuvík, al oeste del pueblo de Sandur, es uno de los mejores lugares donde acercarse a ver las aves en los acantilados.
- Viðareiði, el pueblo más septentrional de las Islas Feroe y uno de los más bonitos, situado en un valle hundido entre las montañas.
- Iglesia de Klaksvík, una de las primeras iglesias escandinavas, que se inspiró en el antiguo estilo nórdico.
- El lago Leitisvatn junto a la cascada Bøsdalafossur que cae directamente hacia el océano Atlántico.
- Senderismo por las Feroe, cualquier lugar cuenta con senderos para recorrer lugares increíbles.
Información sobre las Islas Feroe
- Turismo en las Islas Feroe, no oficial (en español)
Gracias por el artículo. Me ha parecido muy interesante y aporta información importante para planear un viaje en furgo hasta allí. Nosotros estamos pensando en hacer un combinado Dinamarca -islas Feroe y al leer que está preparado para viajar en camper me ha animado mucho a seguir con la idea. Gracias de nuevo. Un saludo.
Oiartza .