Travesía con caravana de Bilbao a Irlanda

Travesía con caravana de Bilbao a Irlanda

Irlanda es una isla muy atractiva, y con un sinfín de lugares que visitar, ya busques cultura, naturaleza, paisaje, vestigios del pasado, diversión… y la mejor manera de llegar con tu caravana, camper o autocaravana es mediante el servicio que presta la naviera Brittany Ferries entre España e Irlanda, conectando el puerto del Bilbao con el de Rosslare, justo en el extremo sureste de la Isla Esmeralda. La alternativa para llegar a Irlanda es ir por Francia, para cruzar el Canal de la Mancha (por ferri o Eurotunnel), recorrer Inglaterra, y hacer una última travesía para cruzar el mar de Irlanda y llegar a Dublín o a la misma Rosslare, un largo camino que no compensa ni en precio, ni en tiempo. En Viajar a las islas británicas desde España con caravana te contamos más datos sobre las distintas opciones de viaje a Irlanda e Inglaterra.

El viaje en ferri entre España e Irlanda actualmente se hace en el buque Connemara, de la línea económica de Brittany Ferries, y es un barco de transporte con algo más de un centenar de camarotes para el pasaje, mayoritariamente transportistas, aunque cada día se utiliza más por turistas que viajamos entre ambos países. Este trayecto tiene dos frecuencias semanales en cada sentido, y los tiempos del viaje oscilan entre las 27 y las 32 horas, haciendo una o dos noches a bordo. A partir de otoño 2022, está previsto sustituir al Connemara por el ferri Galicia, que, además de ser más moderno, es de mayor capacidad y estilo crucero, con más servicios y comodidades a bordo.

Si no has viajado nunca en barcos de este tipo, debes tener en cuenta algunas recomendaciones que te hará la propia compañía, y otras que te sugerimos nosotros tras vivir la experiencia. Como suele ocurrir cuando te enfrentas a algo novedoso, puedes verlo como una aventura, pero seguramente te sorprenda lo controlado que está todo antes, durante y después de la travesía. Aunque ya lo sabrás, ten en cuenta que, durante la travesía, no puedes acceder al vehículo. Debes salir de él con todo lo necesario para ese tiempo: ropa, aseo y aquello que pienses que puedas necesitar.

Cuando llegues al puerto de salida, al menos hora y media antes, debes pasar un primer control de la compañía donde, con tu reserva, te entregarán los pasajes, comprobarán los pasajeros que viajan y te asignarán una línea de embarque que depende del tipo de vehículo en el que viajes, ya que te corresponderá embarcar en uno y otro lugar del barco. También se pasa un control de pasaportes (o DNI) que suele ser sencillo para los españoles, ya que viajamos dentro del espacio Schengen. A partir de aquí, tienes que estar preparado para una espera más o menos larga, ya que el proceso de embarque se va haciendo progresivamente a través de una única plataforma de entrada al ferri. Primero suelen embarcar los camiones, que son colocados como un tetris aprovechando al máximo el espacio, y posteriormente, los vehículos de turismo, acoplándolos en las distintas plantas de bodegas con las que cuenta el barco. En el caso de las caravanas, solemos ser de los últimos en entrar ya que nos ubican en la zona de entrada-salida de la bodega principal, en el Connemara, en el Deck 3, cosa que nos facilita bastante las maniobras. No te sorprenda que al entrar en la bodega te hagan girar en sentido contrario, preparados para la salida al llegar a destino. Aunque a priori parezca que no, suele haber suficiente espacio para hacerlo, el experimentado personal del barco te indica con precisión, y con un simple giro estarás listo para dejar tu vehículo listo para zarpar. ¡Puede asustar, pero es muy sencillo!

Una vez dejes tu coche o autocaravana en la bodega, tendrás que subir a la parte del pasaje, con todo lo que vayas a necesitar durante la travesía. Llegarás a recepción, donde te indicarán cómo llegar a tu camarote y acomodarte. En el caso del Connemara, los camarotes (en la cubierta 6) son con cuatro camas (en forma de literas abatibles) y bastante espaciosos. Además, cuentan con mesilla, silla, baño completo (incluyendo ducha) y un armario abierto donde dejar el equipaje de cada uno de los viajeros (la apreciación de las fotos que puedes ver en la web de la compañía es bastante más reducida que la realidad, por lo que, para nosotros, fue una positiva sorpresa. Uno de los pasillos, que da acceso a una de las cubiertas abiertas, está destinado a los viajeros con mascotas, donde pueden permanecer y sacarlos al exterior para su esparcimiento. Además, cuenta con un camarote para personas con movilidad reducida en la cubierta 5, junto al resto de servicios, aunque al no haber ascensores y existir barreras en algunas de las zonas, no pueden moverse por todo el barco.

La planta de entrada al pasaje (cubierta 5) está dedicada a los servicios para los pasajeros, cuenta con una pequeña tienda que abre a horas concretas, varios salones con mesas, sillones y televisiones que sintonizan canales internacionales, un pequeño espacio para niños, una barra de bar y un self service que abre durante unas dos horas para el desayuno, la comida y la cena. Si quieres llevar tu propia comida, junto al self service hay un microondas y en las cubiertas exteriores hay mesas tipo picnic, que resultan agradables para comer, sentarse a leer o distraerse, si hace buena temperatura, al tiempo que se contempla la inmensidad del océano, junto a algún que otro barco que se cruzan en el recorrido.

Durante la travesía, además de dar un paseo por el barco y explorar sus dependencias, puedes estar cómodamente en tu camarote, en los salones comunes o tomando el aire en las cubiertas. En las zonas comunes hay disponibilidad de wifi, pero limitado a 30 minutos y con un ancho de banda bajo, con el que podrás usar WhatsApp, correo electrónico y poco más. Si necesitas una conexión de mayor calidad (teniendo en cuenta que no llega al nivel terrestre), puedes comprar bonos de 200, 600 o 1.000 Mb por 5, 14 y 25 euros, respectivamente, y utilizarlo desde cualquier punto del barco. Ten en cuenta que no hay cobertura de telefonía tradicional en cuanto se separa mínimamente de la costa, y pasa a haber un servicio por satélite, de muy alto coste, por lo que es recomendable desconectar la itinerancia o poner el móvil en modo avión para evitar cargos indeseados.

Si eres propenso a los mareos, permanecer muchas horas en el barco puede tener sus inconvenientes, por lo que es recomendable llevar algún antimareo. Aunque el barco es bastante estable, dependiendo del estado del mar puede moverse más o menos, y hay que tener cuidado con el equilibrio en algunos momentos. Si sufres estos contratiempos, las cubiertas exteriores, con la brisa del mar, son unos de los lugares más agradables.

En definitiva, el viaje en ferri, especialmente para trayectos tan largos por carretera es más que recomendable, ya que ahorras en tiempo, en combustible y en muchas horas de conducción. Llegas al destino descansado y listo para disfrutar del resto del viaje.

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